Profesores-Bibliotecarios y becarios en las Bibliotecas escolares de Madrid

Hoy nos hacemos eco de dos inquietantes noticias que en esta ocasión, afectan a los puestos de bibliotecarios escolares en nuestra comunidad.

Como todos los profesionales de las bibliotecas, madrileños o no, sabemos, la biblioteca escolar y por ende, el profesional que de ella se ocupa, el bibliotecario escolar, han sido siempre, de las figuras más sistemáticamente olvidadas en nuestro sector.

Paradójicamente, como muchos y variados estudios profesionales atestiguan, la gran importancia de las bibliotecas escolares  y su evolución hacia los Centros de Recursos para el Aprendizaje o CRAIs, es en realidad, inversamente proporcional a la ligereza con la que se las considera.

Este post viene pues, al hilo de la noticia distribuida hoy desde la agencia Europa Press, y que reflejan varios medios, en la que se afirma que la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha decidido que Las bibliotecas escolares pasan a formar parte de los centros y los profesores que las lleven recibirán un plus.

Quisieramos además relacionar esta noticia, con un texto parcial, que rescatamos de uno de los muchos mensajes de queja e indignación, que inmediatamente han comenzado a aparecer en listas de correo profesionales y páginas de recursos bibliotecarios.

En dicho texto se comenta que «en la Comunidad de Madrid, van a existir 70 bibliotecarios que se van a encargar de las 70 bibliotecas escolares que ha decidido la CAM; se trata de becarios, los cuales se encargarán de las siguientes tareas:

1. Gestión del Servicio de Préstamo, tanto individual como a las aulas o departamentos, según los parámetros establecidos en cuanto a duración de los mismos, cantidad de documentos, tratamiento de los retrasos en las devoluciones, y otros.

2. Gestión de la colección: Ordenación, recuento, preparación física y registro de ejemplares, propuestas de adquisición y expurgo.

3. Gestión de usuarios en el SIGB y elaboración de carnés.

4. Programación de actividades de formación de usuarios de información para que estudiantes y profesores conozcan los recursos documentales de la biblioteca, presentes o no físicamente en ella, y desarrollen competencias sobre cómo localizarlos, acceder a ellos y utilizar la información que aportan.

5. Información bibliográfica y general.

6. Recogida de datos estadísticos para elaborar la propuesta de memoria anual.»

Efectivamente dichos puntos aparecen tal cual en la reciente convocatoria de Becas para bibliotecas escolares de Madrid mencionada.

Resumiendo: hasta ahora las bibliotecas escolares estaban mal dotadas, mal gestionadas, nada explotadas, tristes y medio abandonadas, las administraban padres voluntarios de los AMPAs, o profesores en sus ratos libres, haciendo lo que podían. En algunos centros ni existen y en los que sí, con suerte se abren media hora a la semana como quien dice.

El sujeto paciente de todo esto no es otro que el estudiante madrileño, que deja de contar con un recurso de una importancia preciosa en su educación: el que le debería permitir nada menos que aprender a buscar información por sí mismo y ser autosuficiente en la adquisición de conocimiento (además de hacerle soñar y viajar con la imaginación, o afianzarle el amor por la lectura desde la edad temprana). También el profesorado sale perjudicado, pues una biblioteca escolar no es sólo un recurso para los alumnos, sino para toda la comunidad educativa, incluyendo los profesores (e incluso padres y ex alumnos), si se gestionara en toda su potencialidad.

Queremos desde aquí reinvindicar con fuerza la figura, la importancia del bibliotecario escolar profesional como dinamizador y garantía de exito de la biblioteca escolar en un centro, y pedimos algo tan obvio como que, al igual que una psicologa de centro es titulada en psicología, o un profesor, titulado en magisterio, un pedagogo en pedagogía, el jardinero sabe de plantas y la cocinera cocinar, las bibliotecas de los centros deben estar gestionadas por bibliotecarios profesionales, ya que, aunque se comprueba que muchos aún lo desconocen, hay estudios específicos superiores para aprender esta profesión.

No es de extrañar pues, que mientras las bibliotecas escolares las dirigen maestros, las aulas de los estudios de nuestra carrera se vacían cada año dramáticamente porque los estudiantes, futuros bibliotecarios, perciben que con este tipo de medidas, no compensa el esfuerzo.

Queremos expresar nuestra más profunda tristeza por estas noticias, pero también, y aún siendo sólo una humilde plataforma con escasos recursos, que a nadie representa legalmente, pero que alienta día a día un movimiento por la dignidad de nuestra profesión en la comunidad de Madrid, comprometernos a hacer cuanto se nos ocurra y esté en nuestra mano, ya sea a través de campaña de respuesta y concienciación en los medios, o tratando de dirigirnos directamente a la Consejería de Educación de la CAM para hacer oir nuestra voz y explicarles, con argumentos, a los responsables de esta decisión, porqué se están equivocando tremendamente.

Algo no funciona cuando se decide que la biblioteca escolar pase a ser responsabilidad de un titulado en magisterio, mientras eso sí, en el mejor de los casos, ayudados en el trabajo técnico por «becarios», eso sí, titulados universitarios en ByD, como (por una vez, no es lo habitual!) exige la convocatoria de becas, que no tienen otra salida más que cobrar precariamente por su trabajo a través de becas…