La Biblioteca Nacional de España reduce personal y horario.

Bibliotecario Sin Tijeras está muy contento de no trabajar en la Biblioteca Nacional de España.

Desde luego que no le gustaría ser personal de empresas externalizado. A los bajos sueldos y duras condiciones laborales ahora se le suma el miedo a quedarse en la calle. En la página No a la Privatización de la Biblioteca Nacional se informa que 16 trabajadores del Departamento de Música  han recibido ya su carta de despido. Y se temen bastantes más.

Pero BST tampoco estaría muy tranquilo si fuese empleado público -funcionario o laboral- de la BNE. Piensa que si echan a los de empresas -400 personas, casi la mitad de la plantilla- la carga de trabajo de los restantes se va a incrementar hasta unos niveles imposibles. Además ya se sabe que el recortar es como el rascar: todo es empezar. Y quién sabe si al final van a ir a por ellos.

Por eso ha surgido la Iniciativa plataform@solidaria . bne cuya primera iniciativa pide que ‘en solidaridad con los compañeros de empresa y como muestra de rechazo ante los despidos, no utilices tu cinta de la BNE. Cámbiala por cualquier otra. Que no nos etiqueten. Todos somos BNE’

Pues si, por suerte para él, BST no trabaja allí pero si es un usuario habitual de la Nacional. Por ello le ha indignado comprobar que se ha reducido el horario de la misma. Ya lo avisó la Directora en una entrevista:

‘En este sentido, la directora de la BNE ha indicado que “puede haber cambios relativos al horario […] no tener una sala abierta que supone numerosos costes en aire acondicionado o calefacción, personal…”

Por lo pronto a partir de este 15 de julio se cierran los sábados y tres horas antes todos los días. Es un nuevo horario de verano, que nunca se había dado en la Biblioteca Nacional, y que BST no sabe que si por ‘ahorrar en calefacción’ se va aplicar también en invierno. Y desde luego que esto no le va a gustar nada a los investigadores de fuera de Madrid que aprovechando el verano vienen a la capital a consultar intensivamente obras de la Biblioteca. Porque hay que recordar que la Biblioteca Nacional es la mayor biblioteca del país y que conserva documentos que no hay en otros lugares. No se puede cerrar como si tal cosa. Por ello se está promoviendo presentar quejas por escrito en  la Biblioteca contra esta medida.

Pero sobre todo BST utiliza la Nacional en su trabajo como catalogador. Reconoce que se dedica a «chupar» sus registros para no tener que catalogar lo ya catalogado. Por ello le preocupa mucho la situación interna de la misma: ¿Podrá asumir toda la catalogación con mucho menos personal?. ¿Se podrá mantener la calidad de los registros?. ¿Se retrasará mucho la catalogación de los nuevos documentos?.

Se está hablando de una institución con una larga historia. BST piensa que sería una pena malograrla justo en el año que se celebra su tricentenario.